Hoy hablaremos sobre el optimismo y entusiasmo.
Cuando hablamos de optimismo, nos referimos a la creencia de que algo favorable que va a suceder, ver el lado positivo de las cosas. Al hablar de entusiasmo nos referimos a la acción, que nos lleva a una transformación de todo cuanto nos rodea, movidos desde nuestra fuerza interior y la certeza de nuestras acciones.
Cada día es un nuevo reto, un nuevo desafío, que superamos a través del entusiasmo por la vida y la fe en nosotros mismos. Al final se trata de creer, de entusiasmarse por el milagro que es vivir, para hacer que nos pasen las cosas buenas, que vislumbramos gracias al optimismo.
Si creemos que es imposible entusiasmarnos por las condiciones actuales en las que nos ha tocado vivir, lo más probable será que jamás saldremos de esa situación. Es necesario creer en uno mismo, en la capacidad de hacer, de transformarse y transformar la realidad que nos rodea. Dejar de un lado toda la negatividad, dejar de un lado todo el escepticismo, dejar de ser incrédulo y ser entusiasta con la vida, con quienes nos rodean y con uno mismo.
“Que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz”.
Madre Teresa de Calcuta
Laura Berbis