Esto resulta especialmente útil, pues se logra una toma de perspectiva, especialmente para aquellas personas que tienden a magnificar la situación a la que se ven sometidos (por ejemplo no tengo trabajo y ya no merece la pena vivir, sería magnificar de una forma exagerada la situación), al oír cómo otros ante su misma situación o situaciones más graves, se lo toman de una manera más realista y no tan exagerada u obsesiva. Asimismo el ponerse en contacto con personas que están pasando por la misma situación, puede ayudarles a sentirse más comprendidos y a valorar si las estrategias de afrontamiento que están utilizando pueden ampliarse con las que a otras personas les están siendo de utilidad. Disponer un apoyo social adecuado es imprescindible para poder afrontar las circunstancias adversas de la vida. El grupo “Començar de nou”, proporciona apoyo desde la perspectiva de poder compartir los problemas con otras personas que se hallan en una situación similar. Sin embargo, para muchas personas puede ser necesario llevar a cabo un entrenamiento en habilidades sociales que facilite la comunicación, y ayude a la persona a aprender a poder explicar sus necesidades y a realizar estimaciones adecuadas sobre las ayudas que le pueden ofrecer las personas que le rodean. Para ello sería necesario además de la asistencia al grupo, que estas personas con problemas para hablar o relacionarse con los demás, asistieran a un taller donde se les pudiese enseñar habilidades sociales. Es necesario ayudar a estas personas a las que les cuesta participar en el grupo, para evitar el aislamiento y promover, mediante su acción y la ayuda necesaria, mejores estrategias de afrontamiento a sus problemas. La asistencia al grupo también es una manera de reducir el malestar, al poder hablar con personas, exponer nuestro malestar, es una forma de contrarrestar la atención sobre los estímulos dolorosos, al poder desahogarnos. Una cuestión a tener en cuenta es que la expresión adecuada de los afectos es una de las estrategias que facilitan afrontar el estrés que nos producen los problemas. Podría ser de especial utilidad poder ofrecer un entrenamiento en expresión emocional a aquellas personas que controlan en exceso sus sentimientos o aquellas que, por el contrario, expresan tan intensamente sus emociones que se convierten en su único tema de conversación y por tanto, les resulta difícil distraer su atención de su malestar o tomar cierto distanciamiento.